28 de septiembre del 2016
n este interesante artículo, el cronista de la ciudad, Juan Manuel Gómez Encarnación comparte la cautivadora historia de una las locaciones más encantadoras de Vallarta.
Como si la selva de las montañas hubiera extendido un brazo verde para acariciar a Vallarta, la isla del río Cuale emergió en el corazón de la ciudad. Esta hermosa isla, el ambiente de tranquilidad, la flora y fauna nativa de nuestro amado destino turístico, fue creado por la madre naturaleza durante el tornado de 1926, el cual realizó una operación propicia que dejó mágicamente al descubierto el corazón del río.
En estos días, cuando el ruido y la prisa impregnan la vida cotidiana, Puerto Vallarta ya tenía un as bajo la manga para aquellos amantes de la serenidad y la excelente cocina. Esta Isla-Corazón del viejo y auténtico Vallarta, es un escaparate a la gastronomía y cultura locales.
Abrazado por las orillas del río Cuale, la isla se encuentra ubicada entre la zona centro y la colonia Emiliano Zapata, pudiendo llegar por medio de tres puentes de hormigón y tres puentes colgantes de madera. Tras cruzar una de ellas, los visitantes se hallan a sí mismos en un ambiente personal y naturalmente agradable.
Albergando una serie de hermosos restaurantes, el Centro Cultural Cuale, un museo de arqueología y una variedad de locales de artesanos mexicanos; la Isla del río Cuale siempre da la bienvenida con los brazos abiertos los lugareños y visitantes.
La Isla del río Cuale es una larga y angosta franja de tierra de poco más de dos hectáreas. Es densamente forestada por especies como el guamúchil, árbol de caucho, parota, amapa, higueras, mango, bambú, entre otros. También hay muchas plantas y arbustos de jardín. Los tonos verdes de la naturaleza dominan, proporcionando un clima fresco.
Es muy común hallar pericos, ardillas, garzas y muchas otras cantidades de pájaros entre su fauna. Si tienes suerte, puedes ver nutrias jugando en el río. Estar en la isla te da la sensación de tener un pie en la ciudad y el otro en la selva.
Físicamente, la isla se ha transformado y sometido a diversos usos en el tiempo. Lo que sigue es un resumen de los cambios que han dado forma a la isla como la cocemos hoy en día.
Cronología de la isla del río Cuale en Puerto Vallarta:
Años 20’s
De boca en boca sabemos que la isla del río Cuale fue formada por una gran inundación causada por el tornado en octubre de 1926. El nivel del agua era tan alto que salió de su cauce, inundando el pueblo. Dos relatos del evento son citados a continuación:
El río Cuale solía ser un solo canal. Durante la inundación de 1926, cuando el agua alcanzó la calle Libertad hizo dos canales y formó la isla… (Manuel Andrade Beltrán, Foros Revivir La Historia, año 1999).
En ese año (1926) en una tormentosa noche de octubre, un tornado surgió de los minerales del río Cuale y trajo consigo árboles arrancados por la fuerza del viento, dejando a su paso un ruido ensordecedor, destruyendo todo lo que podía.
Así es como todos los huertos de mango-plátano que solían estar en el otro lado del río fueron destruidos. Este fenómeno hizo que el agua del río rompiera con su curso normal e inundó los corrales de Lupe y Victoria Ruelas, así como la tienda y bodegas de don José Baumgarten Escudero que estaban llenas de madera, pieles y otras mercancías; todo fue destruido. El agua comenzó a entrar en la ciudad de manera alarmante; habían pasado 15 largos días y noches de lluvias torrenciales… (Catalina Montes de Oca, Vallarta en mis Recuerdos, p.110)
Años 30’s
Durante 1932, gracias a la iniciativa implementada por el entonces alcalde de Puerto Vallarta, Christopher Ruelas y el apoyo de los pobladores, el primer puente colgante de madera fue instalado a través del río Cuale. Doña Margarita Mantecón de Garza lo cuenta de la siguiente manera:
[...] Cualquier puente que cruzaba el río era arrastrado por los niveles que alcanzaba el agua; por lo tanto, para evitar que los del otro lado del río quedaran aislados durante la temporada de lluvias, el Ayuntamiento junto con la cooperación del pueblo, construyeron un magnífico puente colgante que fue inaugurado el 5 de abril de 1932.
Años 40’s
Manuel Andrade Beltrán dejó el siguiente relato sobre algunos de los acontecimientos que tuvieron lugar en la Isla del río Cuale durante esta década en: Foros Revivir la Historia, (1999).
En lo que concierne al agua potable, los jóvenes cargaban cubetas balanceadas una en cada extremo de un palo, mientras que las niñas colocaban jarras sobre sus cabezas amortiguadas por un material que les ayudaba a distribuir el peso. Era agradable verlos marchar hacia el río y cruzarlo a pie. Había un pozo al que llamábamos “el Venero” muy abastecido de agua para todo el pueblo. Algunas personas hicieron negocio con él.
En algunas ocasiones, el río crecía tanto que los dos cauces se unían dañando el puente; derribando barras y vigas. Entonces la gente cruzaba en canoas
El pueblo y el gobierno estaban preocupados por las constantes amenazas de la crecida del río Cuale. En 1946, el gobierno municipal, liderado por el Teniente Coronel J. Encarnación Ahumada Alatorre, buscó la ayuda del General Marcelino García Barragán, el gobernador de Jalisco, para construir un muro de contención en el banco norte del río. “Las Memorias del Gobernador Marcelino Barragán”
Doña Catalina Montes de Oca, en la obra ya citada de " Mejoras Materiales y Obra Social de 1947 registra el trabajo realizado por el Ayuntamiento, y la continuación de este muro para contener el agua del río. En la página 212, escribe lo siguiente:
El Alcalde en este año era Federico López Rivas, su mandato sólo duró de enero 1 a abril 8 de ese mismo año por razones políticas. Fue remplazado por J. Roberto Contreras Quintero hasta el final de ese año.
En un corto lapso de tiempo, se construyó un muro del árbol de Guayparín hasta unos metros de la desembocada del río Cuale para evitar el problema de inundación cuando el río rompía su cauce. Además, una parte del malecón fue elevada enfrente de la oficina postal.
Continuará…
Adaptación del texto realizado por el Profesor Juan Manuel Gómez Encarnación, publicado en el periódico Tribuna de la Bahía en su edición en inglés "Vallarta Tribune"
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